12/11/10

orugas


Hace unas semanas nos llamaron la atención unas orugas que encontramos comiéndose las hojas de una planta de ruda que tenemos en el jardín. Eran de unos 6 cm. de largo y aproximadamente 1 cm. de ancho y tenían unos colores muy llamativos. El caso es que provocaron nuestra curiosidad y nos pusimos a buscar en Google Images a ver si podíamos enterarnos de que “bicho” se trataba. Buscando por “caterpillar” (oruga, en inglés) no nos llevó ni 10 minutos encontrar unas imágenes en las que aparecían unas orugas exactamente iguales a las que teníamos en el jardín.


oruga de 1 semana

oruga de unos 20 días

La verdad es que nos produjo bastante sorpresa enterarnos de que eran orugas de una mariposa en peligro de extinción: la macaón (Papilio machaon). Se alimentan exclusivamente de ruda e hinojo, y una de sus peculiaridades es la de exhibir, cuando se le molesta, una especie de “cuernos hinchables” de color naranja. Estos “cuernos” son un órgano defensivo llamado osmeterium que, al parecer,  emite un olor desagradable que molesta al atacante.


Oruga "cabreada" desplegando el osmeterium

Hace pocos días hemos localizado un par de crisálidas en un poste de cemento, perfectamente camufladas como una hoja seca o un trozo de madera, preparadas para pasar el invierno. Y, de hecho, están tan preparadas que han superado el paso del temporal “Becky” sin despeinarse.

Crisálida en un poste de cemento. Curioso el "cinturón de seguridad"

Crisálida camuflada junto a unas hojas secas 


A ver si todo va bien y en primavera podemos ver las mariposas volando en nuestro jardín.
Si queréis informaros más a fondo sobre el tema podéis clicar aquí.

Precioso ejemplar de Papilio Machaon. Foto de Joan Rodo



3/11/10

Níscalos y boletus


Este pasado fin de semana pudimos disfrutar del interesante mundo de las setas en las III Jornadas Micológicas de Coristanco, organizadas por la Asociación Ponte Lubián.

En la amena charla de Juan Carlos Lauroba, de la Oficina de Extensión Agraria de Baio, además de ir introduciéndonos en un mundo bastante complejo y atractivo, aprendimos con bastante detalle las características de tres variedades de setas comestibles (Níscalos, boletus y macrolepiotas).

Según Juan Carlos nos comentaba, es la forma ideal de comenzar con una afición en la que hay que conocer muy bien qué es lo que uno se lleva a su cocina para evitar serios problemas. Conociendo bien esas tres variedades, puede uno iniciarse en la recolección de setas. Con esa base, y aprendiendo cada año las características de una o dos variedades más, podemos desarrollar ampliamente una afición que resulta muy gratificante, no sólo a nivel culinario, sino también por lo que implica de disfrutar de nuestros paisajes y entornos naturales.

El sábado, la salida en busca de setas estaba programada para las 10 de la mañana, pero el tiempo además de ser malo amenazaba con ser infernal, por lo que algunos asistentes desistieron de salir. Al final, y todo hay que decirlo, gracias al optimismo de Amancio Lavandeira, salimos a por setas contando con pillar una buena mojadura.



La mañana confirmó la frase de "el éxito es de los atrevidos", ya que al poco rato de salir, abrió el día y disfrutamos de un día espléndido para pasear por el monte. Conseguimos recolectar sobre todo níscalos y boletus, y ampliamos nuestros conocimientos con las indicaciones y recomendaciones de Juan Carlos de cómo coger setas (y también de cómo no cogerlas). También recogimos algunas variedades más para comentarlas y e ir conociéndolas.



Al final en el Bodegón Trincado de Coristanco, hicimos la selección de las setas aptas para la cocina, y el toque de gracia se lo dio Maribel, en la cocina del bodegón, acompañando los níscalos con una deliciosa salsa. La verdad es que estaba todo tan bueno que no nos paramos a sacarle fotos. Quizás en otra ocasión...